Pasear por María Luisa o Real Alcázar
La Giralda de Sevilla, construida donde la mezquita mayor de la ciudad, su torre se asemeja a un minarete del estilo del Magreb. Su altar de oro macizo podría ser el de mayor peso del mundo y enterrado en ella, está el propio Cristóbal Colón. El palacio moro almohade y espacios urbanos con una elegancia sonora por todo el mundo como la Plaza de España. Su Alcázar Real de Sevilla vuelve a la época de Reyes Católicos y su arquitectura y ornamentación interior lo hacen patrimonio de la humanidad. Su muralla y la Maestranza son más detalles singulares de la capital andaluza, hogar de continuas faenas, en el sentido literal. Toreros como Curro Romero en los años 30, o si volvemos hacia los mitos, "Pepe Hilo", de finales del S.XVIII. La ciudad es uno de los templos del flamenco español, hogar de Los del Río, o Juanita Reina.
Su Guadalquivir, del árabe Río Grande, es el único navegable de España y tras la llegada a América, por su cauce llegan las nuevas y los tesoros de este continente y se dice que se almacenaba el oro en La Torre del Oro, torre que caracteriza a la ciudad. Su famosa Feria de Sevilla es encuentro notorio y cita anual obligada para todos los sevillanos y para aquellos que adoran este regalo de la historia y la cultura, que es Sevilla. El Palacio de Las Dueñas, del que más presume la Casa de Alba, es tesoro que a su vez, alberga tesoros. Refleja el más puro estilo señorial andaluz, con colección sublime, comparable a la que contiene el Palacio de Liria. El entorno rural sevillano es lugar ingrediente básico de la identidad española en general, y andaluza en especial. Aquí se forja buena parte la cultura de la tauromaquia. Sus cortijos, son la esencia del encanto puro español, como el de La Torre de La Reina, datado de la Edad Media. Otro hito sevillano, el Palacio de Lebrija.