Entre murallas o a Arenas de San Pedro
El entorno privilegiado de Ávila es mágico, con parajes como la bella Sierra de Gredos o su muralla mejor conservada de Europa. Tanto es así que es lugar elegido para comenzar la saga de paradores nacionales, ahora formada por decenas de estancias, la primera de las cuales es el Parador de Gredos. Desde la torre se disfrutan vistas de este entorno natural con su punto álgido en el Pico Almanzor, con 2,592 metros. Un paraíso de decenas de especies de aves, un parque megalítico o hacer senderismo entre bellos paisajes, corzos, machos monteses y sierra.
A solo media hora en vehículo desde la torre, recorrer la gran ciudad de Ávila, sus murallas y callejuelas milenarias, en salones de sus imponentes palacios, entrando a su hermosa catedral.
Con mil años de historia, Arenas de San Pedro es visita o al menos parada casi obligatoria. La tranquilidad de sus cerca de 6,000 habitantes ofrece un pueblo de sierra con mucha historia. En el siglo XVIII la villa presencia a la familia del infante Luis Antonio de Borbón y Farnesio e innumerables artistas notorios. Francisco de Goya, Luigi Boccherini y Ventura Rodríguez, quienes vivieron junto al infante en el palacio que este manda construir en esta villa, que venía perteneciendo a la Corona de Castilla, en concreto al Concejo de Ávila, y se menciona de manera explícita en textos del 1,250 a.d. Entre los siglos XIV y XV se construye el castillo de la Triste Condesa. En episodio de Guerra de La Independencia sufre devastación casi completa y masacre. Ya en la Guerra Civil, José Monasterio Ituarte, militar del bando nacional, logró con la toma de Arenas de San Pedro, el enlace del Ejército del Norte con el del Sur.